Suelo releer las entradas al día siguiente de escribirlas y casi siempre acabo corrigiendo algo de lo que escribí el día anterior. En realidad, es casi una pequeña manía mía, porque suelo llevar el máximo cuidado tanto a nivel de contenido como de la presentación del texto. No pasa nada pero creo que ese detalle de cuidar también la forma en la que nos expresamos, al final resulta agradecida por las personas que leen estas entradas. No..., no me refiero a que tengamos que hablar como Quevedo o Góngora sino que no es incompatible expresarnos correctamente con la valoración del contenido. Tambien existen otras razones, como que pueda existir algún párrafo que no me acabe de convencer o incluso otros motivos que tienen relación directa con el contenido, como puede ser alguna palabra mal escrita al teclear, algún acento que se escapa o simplemente que se han omitido las comas necesarias que hacen la lectura mas agradable.
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